Los escritos del pintor Wassily Kandinsky, De lo espiritual en el arte (1912) y Punto y línea sobre el plano (1926), propugnaban una función mística para el arte, un arte no-objetivo que respondiera no a un reflejo de las apariencias, sino a la fuerza interior del artista. Las relaciones de este artista con la música fueron profundas e intensas, y la sinestesia una de sus brújulas más certeras para navegar por territorios hasta entonces desconocidos en el arte. Los alumnos de la Asignatura Composición para Medios Audiovisuales del Conservatorio Superior de Música de Málaga, con sus músicas, sus vídeos y sus cuerpos, ofrecen una revisión actualizada de algunas de las ideas vertidas en esos dos escritos.